Post-Covid: 7 rutas a la próxima pandemia y 161 maneras de reducir el riesgo
Las interacciones humanas con los animales salvajes y de granja deben cambiar drásticamente para evitar que un nuevo virus letal salte a los humanos.
Silviu Petrovan - Cambridge University
19 de noviembre de 2020

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Un nuevo estudio, compilado por un equipo de expertos internacionales en fauna y flora silvestres y veterinaria, identificó siete rutas por las que podrían producirse pandemias y 161 opciones para reducir el riesgo.

Concluye que se necesitan cambios generalizados en la forma en que interactuamos con los animales; las soluciones que sólo abordan una cuestión, como el comercio de animales salvajes, no son suficientes.

La pandemia COVID-19, que se cree que se originó en un animal salvaje, ha demostrado el enorme daño que puede causar una nueva enfermedad humana. Desde entonces se han hecho llamamientos generalizados para que se establezcan nuevos reglamentos que controlen las interacciones con los animales salvajes a fin de evitar la aparición de otra pandemia.

Los autores del nuevo informe sostienen que las medidas bienintencionadas pero simplistas, como la prohibición total de la caza y el comercio de animales salvajes, los “mercados húmedos” o el consumo de animales salvajes, pueden ser inalcanzables y no bastan para prevenir otra pandemia. Medidas como éstas pueden ser difíciles de aplicar, por lo que deben planificarse cuidadosamente para evitar la proliferación del comercio ilegal, o la alienación y las crecientes dificultades de las comunidades locales de todo el mundo que dependen de los animales silvestres como alimento.

Las enfermedades zoonóticas con potencial epidémico también pueden transmitirse a través de la fauna silvestre (como las civetas omnívoras de las palmeras de India, China e Indonesia) a animales domésticos y de granja (como lo ejemplifican la gripe porcina y la gripe aviar), y los riesgos son mayores cuando los seres humanos, el ganado y la fauna silvestre interactúan estrechamente. 

En el estudio de la Universidad de Cambridge, compilado por un equipo de 25 expertos internacionales, se examinaron las principales formas en que las enfermedades con un alto potencial de transmisión entre los seres humanos pueden pasar de los animales al hombre (las denominadas enfermedades zoonóticas). Los autores afirman que para hacer frente a una mezcla tan complicada de posibles fuentes de infección es necesario introducir cambios generalizados en la forma en que interactúan los seres humanos y los animales.

“Muchas campañas recientes se han centrado en la prohibición del comercio de animales salvajes, y abordar el comercio de animales salvajes es realmente importante, pero es sólo una de las muchas vías potenciales de infección. No debemos suponer que la próxima pandemia surgirá de la misma manera que la COVID-19; necesitamos actuar a una escala más amplia para reducir el riesgo”, dijo el profesor William Sutherland del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge y de la Iniciativa de Investigación BioRISC en el St Catharine’s College, Cambridge, quien dirigió la investigación.

Entre las posibles formas en que podría surgir otra pandemia humana figuran: la cría, el transporte, el comercio y el consumo de fauna silvestre; el comercio internacional o a larga distancia de ganado; el comercio internacional de animales exóticos para mascotas; el aumento de la invasión humana de los hábitats de la fauna silvestre; la resistencia a los antimicrobianos, especialmente en relación con la agricultura intensiva y la contaminación; y el bioterrorismo.

Algunas de las formas de reducir el riesgo de otra pandemia son relativamente sencillas, como alentar a los pequeños agricultores a mantener los pollos o patos alejados de las personas. Otras, como mejorar la bioseguridad e introducir normas veterinarias y de higiene adecuadas para los animales de granja en todo el mundo, requerirían una importante inversión financiera a escala mundial. 

Las 161 opciones incluyen:

– Leyes para impedir la mezcla de diferentes animales salvajes o la mezcla de animales salvajes y domésticos durante el transporte y en los mercados;

– Aumentar el cambio a alimentos de origen vegetal para reducir el consumo y la demanda de productos animales;

– Protocolos de seguridad para la espeleología en zonas con alta densidad de murciélagos, como el uso de trajes y máscaras impermeables;

– Mejorar la salud de los animales en las granjas limitando la densidad de población y garantizando altos niveles de atención veterinaria.

“No podemos prevenir completamente nuevas pandemias, pero hay una gama de opciones que pueden reducir sustancialmente el riesgo. La mayoría de los patógenos zoonóticos no son capaces de una transmisión sostenida de persona a persona, pero algunos pueden causar epidemias importantes. La prevención de su transmisión a los seres humanos es un gran desafío para la sociedad y también una prioridad para la protección de la salud pública”, dijo el doctor Silviu Petrovan, veterinario y experto en vida silvestre de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio. 

“Los animales salvajes no son el problema – no causan la aparición de enfermedades. La gente lo hace. La raíz del problema es el comportamiento humano, por lo que cambiar esto proporciona la solución”, dijo el profesor Andrew Cunningham, director adjunto de Ciencias de la Sociedad Zoológica de Londres y coautor del estudio.

Las soluciones se centraron en las medidas que pueden aplicarse en la sociedad a escala local, regional e internacional. En el estudio no se consideró el desarrollo de vacunas y otras opciones de medicina y veterinaria. No ofrece recomendaciones, sino un conjunto de opciones para ayudar a los encargados de la formulación de políticas y a los profesionales a reflexionar detenidamente sobre posibles cursos de acción. 

Se incluyeron en el estudio todas las categorías de animales: silvestres, en cautiverio, silvestres domesticados y domésticos. Se centró en las enfermedades, en particular los virus, que podrían convertirse rápidamente en epidemias debido a las altas tasas de transmisión entre humanos una vez que han saltado de un animal. Esto excluye algunas enfermedades zoonóticas bien conocidas como la rabia y la enfermedad de Lyme que requieren una transmisión continua de los animales.

El informe está siendo revisado actualmente por pares. Los hallazgos fueron generados por un método llamado “Solution Scanning”, que utiliza una amplia gama de fuentes para identificar una serie de opciones para un problema determinado. Las fuentes incluyen la literatura científica, documentos de posición de Organizaciones No Gubernamentales, directrices de la industria, expertos en diferentes campos, y la experiencia del propio equipo de estudio.

Este trabajo fue financiado por la Fundación David y Claudia Harding, Arcadia y el MAVA.

Académico

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