Código de ética

Gallo es un medio de comunicación digital fundado por un grupo de periodistas que no se da por vencido, a pesar de la crisis, a pesar de las presiones del poder, a pesar de la falta de credibilidad de la prensa. Creemos en el periodismo, a pesar de todo.

Los que hacemos Gallo creemos que la sociedad necesita información independiente y profesional con valores sociales. Queremos dar voz a los ciudadanos que están agotados de recibir una oferta informativa monocorde y asfixiante.

Nuestra línea editorial es transparente y la compartimos con nuestra audiencia. Vigilamos al poder para proteger la libertad y el progreso sostenible de la sociedad. Defendemos los derechos humanos, la igualdad y una democracia republicana.

En Gallo estamos convencidos de que la principal innovación pendiente del periodismo es la de reconectar con la sociedad, volver a ser parte de ella y no parte del poder al que debe vigilar.

Por eso, una parte fundamental de nuestra financiación depende de nuestra audiencia: los socios de Gallo nos financian para defender la independencia de este medio, para que nadie pueda amenazarnos y para que nuestras noticias tengan impacto real. No pagan para leer la información, pagan para que la información se difunda.

Lo ideal para nosotros sería que nuestros socios sustentaran el total de los costos de producción. Sabemos que eso no va a ser posible, particularmente en la primera etapa de crecimiento, pero será nuestro objetivo acercarnos lo más posible a esa meta. No aceptaremos ingresos o financiación de ninguna fuente que condicione el cumplimiento de nuestros compromisos con el público.

Actualizaremos cada semestre un informe sobre nuestras principales fuentes de ingresos y financiación en www.revistagallo.com/financiación.

Todos nuestros valores están supeditados a uno fundamental para el periodismo: el del respeto por la verdad. Pero esto no significa de ninguna manera que no tengamos opinión independiente ni que nuestros columnistas no vayan a expresar su punto de vista en forma clara y abierta.

El ciberespacio está inundado con información de origen y objetivo dudoso. Nosotros queremos ser una isla en ese mar de engaños, un puerto seguro donde la audiencia sepa que estamos haciendo todo lo posible para satisfacer sus necesidades de acceder a información confiable con análisis en profundidad de los temas.

Buscamos que nuestros socios nos puedan ayudar con propuestas, o críticas, en caso de que nos extraviemos del compromiso. A la vez, el compromiso es la hoja de ruta que nos debe guiar en el trabajo diario, ofreciendo los parámetros constantes para nuestras discusiones y decisiones editoriales.

Nuestros lineamientos de conducta y trabajo están pensados para asegurar que siempre tengamos presente a las necesidades del público de tener acceso a información que sea fiel reflejo de todos los intereses en juego en cualquier momento, sin caer en la trampa de privilegiar a un sector sobre el otro, ni de dar cheque en blanco a aquellos que proponen desvirtuar la discusión pública con argumentos basadas en premisas falsas.

Cuando haya decisiones editoriales complejas, intentaremos explicar que cuestiones estaban en juego y como llegamos a la determinación sobre como manejar el asunto.

En lo fundamental, creemos que el periodismo debe trabajar para el bien de la sociedad explicando a fondo todos los contornos de las distintas situaciones y problemáticas.

Creemos firmemente que la transparencia es el eje del vinculo que queremos establecer con nuestros socios, la confirmación de que nuestro objetivo es informar sobre los acontecimientos con la mayor claridad y profundidad posible.

Nuestro objetivo principal es entregarles noticias e informaciones basadas en los hechos, orientadas a explicar los contornos de los temas claves que hemos elegido como nuestros enfoques principales.

Nos esforzaremos en escuchar todas las campanas y visiones sobre los temas abordadas, y reflejarlos fielmente en nuestro periodismo en tanto contribuyen al entendimiento integral del asunto en cuestión. No bregaremos por ningún sector en particular, aunque si intentaremos identificar como cada lado de un tema se relaciona a un posible bien común.

La base de la buena información es que la misma sea correcta hasta en sus detalles mínimas. Es a la vez, la base de la confianza. Haremos todo lo posible para evitar incluir información incorrecta en nuestros informes. Pero todos sabemos que nadie es perfecto. Cuando cometemos un error, prometemos corregirlo con la mayor celeridad posible, y si fuera necesario, explicar el origen del mismo.

Creemos que es importante que el público tenga acceso a información sobre el historial de las personas que trabajan para producir el sitio, así como de nuestros colaboradores. Esa información estará vinculado a cada informe, o disponible en www.revistagallo.com/quienessomos

La humanidad está compuesta de personas de distintos géneros, religiones, orígenes, razas, culturas, orientaciones sexuales y estratos socios-económicos. Dentro del contexto de nuestro abordaje de los temas, una diversidad representativa de voces estan presentes en nuestro periodismo, tanto como fuentes de información como en la integración de nuestro equipo. Creemos que la diversidad de las experiencias de fuentes y de periodistas nos ayudará a identificar la variedad de intereses que podrían estar en juego en cada uno de los temas tratados.

Creemos en la dignidad de las personas, y la vigencia de los derechos humanos, expresados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Pensamos que el mejor sistema para asegurar el respeto a esa dignidad es la Democracia Republicana, y por eso nuestro periodismo estará orientado a apoyar ese sistema de gobierno. El periodismo, de todos modos, debe existir aún en aquellos lugares que no gozan de la vigencia de la Democracia Republicana, ni de la vigencia de los derechos humanos. Aún en esos lugares, el periodismo debe siempre hacer todo lo posible para reflejar la realidad de los hechos, buscando ser la voz de aquellas personas privadas de sus derechos básicos y el respeto a su dignidad.