Los viajes espaciales se basan en el impulso.

Los cohetes convierten su combustible en un impulso que lleva a las personas, los satélites y la propia ciencia al espacio. 2021 fue un año lleno de récords para los programas espaciales de todo el mundo, y ese impulso se mantiene en 2022.

El año pasado, la carrera espacial comercial despegó de verdad. Richard Branson y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, viajaron en lanzamientos suborbitales y llevaron a sus amigos, incluido el actor William Shatner. SpaceX envió ocho astronautas y una tonelada de suministros a la Estación Espacial Internacional para la NASA. Los seis vuelos espaciales turísticos de 2021 fueron un récord. También hubo un récord de 19 personas ingrávidas en el espacio durante un corto periodo de tiempo en diciembre, ocho de ellas ciudadanos comunes con entrenamiento. Marte también estuvo más ocupado que nunca gracias a las misiones de Estados Unidos, China y Emiratos Árabes Unidos que enviaron vehículos rovers, sondas y orbitadores al planeta rojo.

En total, en 2021 hubo 134 lanzamientos que pusieron en órbita a seres humanos o satélites, el mayor número de toda la historia de los vuelos espaciales. Para 2022 están previstos casi 200 lanzamientos orbitales. Si las cosas van bien, se batirá el récord del año pasado.

Todo a bordo de la nave espacial

Mientras que el Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA supondrá un gran avance para la agencia, el nuevo cohete de Elon Musk promete ser el rey de los cielos en 2022.

El SpaceX Starship -el cohete más potente jamás lanzado- tendrá su primer lanzamiento orbital en 2022. Es totalmente reutilizable, tiene más del doble de empuje que el cohete Saturno V y puede llevar 100 toneladas a la órbita. El enorme cohete es fundamental para las aspiraciones de Musk de crear una base autosuficiente en la Luna y, eventualmente, una ciudad en Marte.

Parte de lo que hace que Starship sea tan importante es lo barato que resultará llevar cosas al espacio. Si tiene éxito, el precio de cada vuelo será de 2 millones de dólares. Por el contrario, el precio de la NASA para lanzar el Sistema de Lanzamiento Espacial es probable que supere los 2.000 millones de dólares. La reducción de los costes por un factor de mil será un cambio en la economía de los viajes espaciales.

Júpiter llama la atención

La Luna y Marte no son los únicos cuerpos celestes que recibirán atención el próximo año. Tras décadas de abandono, Júpiter también recibirá algo de atención.

El Explorador de Lunas Heladas de la Agencia Espacial Europea tiene previsto dirigirse al gigante gaseoso a mediados de año. Una vez allí, pasará tres años estudiando tres de sus lunas: Ganímedes, Europa y Calisto. Se cree que todas estas lunas tienen agua líquida bajo la superficie, lo que las convierte en entornos potencialmente habitables.

Además, en septiembre de 2022, la nave espacial Juno de la NASA -que lleva orbitando Júpiter desde 2016- se acercará a 354 kilómetros de Europa, lo que supondrá una visión más cercana de este fascinante luna. Sus instrumentos medirán el grosor de la capa de hielo, que cubre un océano de agua líquida.

Ver la primera luz

Toda esta acción en el Sistema Solar es emocionante, pero en 2022 también tendremos nueva información desde el borde del espacio y el amanecer del tiempo.

Tras llegar a su destino final, desplegar sus paneles solares y sus espejos en enero, el telescopio espacial James Webb de la NASA se someterá a pruebas exhaustivas y devolverá sus primeros datos a mediados de año. El telescopio de 6,5 metros tiene una superficie de captación siete veces superior a la del telescopio espacial Hubble. Además, funciona con longitudes de onda más largas que el Hubble, por lo que puede ver galaxias lejanas cuya luz se ha desplazado al rojo (se ha estirado a longitudes de onda más largas) debido a la expansión del universo.

A finales de año, los científicos deberían obtener los resultados de un proyecto que pretende cartografiar las primeras estructuras del universo y ver el inicio de la formación de las galaxias. La luz que emiten estas estructuras es una de las primeras de la historia y se emitió cuando el universo tenía sólo un 5% de su edad actual.

Cuando los astrónomos miran al espacio, miran hacia atrás en el tiempo. La primera luz marca el límite de lo que la humanidad puede ver del universo. Prepárese para ser un viajero del tiempo en 2022.

Chris Impey es profesor distinguido de astronomía en la Universidad de Arizona. Ha publicado más de 180 artículos sobre cosmología observacional, galaxias y cuásares, y su investigación ha recibido 20 millones de dólares en subvenciones de la NASA y la NSF. Ha ganado once premios de enseñanza y ha impartido tres clases masivas abiertas en línea con más de 180.000 inscritos. Impey fue vicepresidente de la Sociedad Astronómica Americana y ha sido becario de enseñanza distinguido por la NSF, profesor del año en Arizona por el Consejo Carnegie y, más recientemente, profesor del Instituto Médico Howard Hughes. Ha escrito más de 70 artículos de divulgación sobre cosmología y astrobiología, dos libros de texto de introducción, una novela titulada Shadow World y ocho libros de divulgación científica: El cosmos viviente, Cómo acaba, Hablando de la vida, Cómo empezó, Sueños de otros mundos, Humilde ante el vacío, Más allá: El futuro de los viajes espaciales, y Los monstruos de Einstein: La vida y los tiempos de los agujeros negros.